
El gobierno de Gabriel Boric decidió no apoyar la candidatura del abogado chileno Claudio Grossman para integrar la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.
La determinación del Ejecutivo será comunicada por la canciller Antonia Urrejola al jurista mediante una reunión por zoom que sostuvieron durante la tarde de este jueves. “Ahora voy a una reunión zoom con Claudio Grossman, tengo una reunión con él”, dijo la ministra consultada por el tema previo al encuentro.
El destacado diplomático se perfilaba como uno de los interesados para ocupar el cupo del fallecido juez brasileño Antônio Augusto Cançado, ocurrido el pasado 29 de mayo.
Su deceso abrió un espacio que varios países de la región miran con interés, ya que la persona electa en noviembre cumplirá los cinco años restantes que le quedaban al brasileño.
Justamente, en ese sentido Grossman era uno de los que tenía un respaldo transversal del mundo político para asumir el cargo. El jurista -ex Mapu- y ligado a la izquierda, fue uno de los agentes de Chile ante La Haya en el marco de las demandas marítimas de parte de Perú y Bolivia, y, además, ha ostentado cargos internacionales tanto en la Corte Interamericana de Derechos Humanos como en el Comité de Naciones Unidas contra la tortura.
Grossman es actualmente presidente del comité de redacción de la Comisión de Derecho Internacional de Naciones Unidas y está radicado por décadas en EEUU.
De hecho, pese a su origen ideológico, la trayectoria del abogado es respetada en la derecha. En 2018 Grossman representó a la UDI cuando pidieron a Argentina la extradición del exfrentista Galvarino Apablaza, uno de los autores del asesinato de Jaime Guzmán.
Dicha situación llevó a un grupo de excancilleres -de todos los sectores políticos- a promover su candidatura frente a la ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola. Pero pese a dichas acciones, Grossman no había conseguido el beneplácito de Boric.
Entre las razones esgrimidas por el Ejecutivo para no entregar su respaldo al jurista están que una de las prioridades fijadas por las actual administración en política exterior es poner énfasis en los derechos humanos. Y que en ese sentido, el foco hoy es avanzar en la candidatura que Chile lanzó para integrar el Consejo de DD.HH. de las Naciones Unidas.
De hecho, la Cancillería ya inició las negociaciones de rigor con el resto de los estados para lograr los apoyos necesarios.
La eventual llegada de Grossman a la CIJ es vista como un paso significativo en materia de política internacional, ya que Chile no ha tenido un juez en la corte en los últimos 67 años.
Además, uno de los candidatos fuertes que han surgido en la región para el puesto es, por ejemplo, Marcelo Cohen, impulsado por Argentina -quien asesoró a Bolivia en su demanda contra Chile ante La Haya- y que ya oficializó su interés por competir por el cargo. Por otro lado, Brasil también presentó a su propio postulante: Leonardo Nemer. Ambas cartas son fuertes, pero por tradición sería lo más esperable que asuma el candidato del país del cual era originario el fallecido juez.