Dos sismos de magnitud 6,2 Richter se registraron en las últimas horas en la Región de Antofagasta y fueron perceptibles en las regiones vecinas de Atacama, Tarapacá y Arica y Parinacota, lo que generó la alerta de la ciudadanía en el Norte Grande del país.
El primer sismo ocurrió el miércoles a las 14:58 y ubicó su epicentro a 32 kilómetros al Noreste de Calama, a una profundidad de 123 kilómetros, acompañado por al menos siete réplicas de entre 2,5 y 3,5 Richter. Mientras que el segundo movimiento telúrico de 6,2 Richter ocurrió este miércoles a las 00:15 horas, con epicentro a 31 kilómetros al noroeste de Tocopilla, a una profundidad de 55 kilómetros.
Al respecto el jefe de proyectos del Departamento de Geografía Física de la Pontificia Universidad Católica (PUC), Pablo Osses, comentó que “hay una pieza de este sistema que está siempre en movimiento, ejerciendo presión, y esa pieza es la placa de Nazca. Hay momentos en que esa fuerza se acomoda, algunas veces con mayor brusquedad y otras veces con menor brusquedad. Se producen estos ajustes de placas porque existe mucha tensión en este ciclo permanente de avance de la placa de Nazca contra la placa Sudamericana”.
En esa línea, el académico indicó que debemos estar alerta a la ocurrencia de sismos en la zona: “Hay que estar monitoreando dónde es el siguiente sismo, qué pasa con las réplicas y ver si estamos frente a réplicas o sismos precursores en caso de que se presente un sismo de mayor intensidad”.
Ante este escenario, Osses aseveró que “es el minuto de acordarnos de que somos un país sísmico. A veces cuando pasa tiempo sin actividad sísmica se nos olvida. Entonces volvamos a acordarnos de cuáles son nuestros protocolos de evacuación, revisemos los tornillos de las cosas que tenemos colgando en la casa y refresquemos nuestros protocolos al interior de las familias”.
Al ser consultado por la posibilidad de estar ante sismos precursores, Osses señaló que “no podemos hablar de sismos precursores si es que no existe un sismo aún mayor. Este escenario es distinto al de 2014 en Tarapacá, que se anunció bastante porque en aquella oportunidad hubo un enjambre sísmico significativo frente a la costa de Iquique. Por lo tanto, fue muy explícita esa situación. Aquí hay que monitorear”.
