Señor Director:
Hace unos días, el director de Fonasa afirmó que en el nuevo Sistema Nacional de Salud seguirá existiendo la modalidad de libre elección, en contraste con lo afirmado el 22 mayo donde señaló que en el programa de gobierno “se apunta a que no tenga que existir esta modalidad de saltarse la fila”.
Reconoce que las Isapre desaparecerán como captadoras de la cotización del 7% y se convertirán en seguros complementarios individuales y voluntarios y que, por lo tanto, no habría mayores consecuencias para los afiliados.
Esto podría constituir un error, porque si no hay una reforma integral a las Isapre y a los seguros complementarios, por temas técnicos y de mercado, seleccionarán a sus afiliados por riesgo. Además, si la base será el Sistema Único de Salud (SUS) con una cobertura similar al actual Fonasa (31% de los costos reales) encarecerá los planes de seguros complementarios, dejando fuera a, según nuestros estudios del ISP UNAB, un 50% de los actuales afiliados a Isapres.
La presión sobre el sistema público es inevitable. Si no se realizan reformas al sistema prestador y asegurador público para aumentar su eficiencia y capacidad de respuesta, las listas de espera continuarán aumentando, a la par del gasto público, el cual deberá financiar esta mayor demanda, ya que debido a la baja productividad no se cubrirá con la parte del 7% que el SUS captará para prestaciones de los actuales afiliados a Isapres.
Que se dé un giro tan radical en solo 45 días demuestra, a lo menos, improvisación y falta de conocimiento del sistema de salud. Invitamos a las autoridades a generar datos e información para evaluar el impacto de las transformaciones que pretenden impulsar, y sobre todo a diseñar una cuidadosa transición.
Hector Sánchez,
Director Instituto de Salud Pública, Universidad Andrés Bello.
