La Diócesis de Kafanchan, ubicada en el estado nigeriano de Kaduna, informó el destino de dos sacerdotes secuestrados el último viernes: uno de ellos, el P. John Mark Cheitnu, fue asesinado por sus captores, mientras que el P. Donatus Cleophas logró escapar.
“Anunciamos que el P. Donatus Cleophas escapó de sus secuestradores y se ha reunido con nosotros. Sin embargo, con un profundo sentimiento de tristeza y dolor de nuestro obispo, el clero, y religiosos y laicos de la Diócesis de Cafanchan anunciamos el espantoso asesinato del P. John Mark Cheitnum”, indicó el P. Emmanuel Uchechukwu Okolo, canciller de la Diócesis de Kafanchan, en un comunicado difundido el 19 de julio.
El P. John Mark, secuestrado de la rectoría de la parroquia Cristo Rey en la ciudad de Lere, estado de Kaduna, fue brutalmente asesinado por sus secuestradores el mismo día de su secuestro, el viernes 15 de julio de 2022, precisa el canciller.
Posteriormente se descubrió su cadáver ya en descomposición este martes 19 de julio.
Hasta su muerte, el P. Mark fue presidente de la Asociación Cristiana de Nigeria (CAN) en Jema’a, así como el presidente coordinador de CAN en Kaduna del Sur. También fue decano del decanato de Kwoi, director de comunicaciones de la Diócesis de Kafanchan y párroco de St. James Fon, en Jema’a, estado de Kaduna.
El entierro del sacerdote está programado a las 10:00 a.m. (hora local) del jueves 21 de julio de 2022, en la Catedral de San Pedro Kafanchan, estado de Kaduna.
“Mientras pedimos oraciones por el descanso de nuestro querido hermano sacerdote y el consuelo de Dios para su familia inmediata, deseamos pedir humildemente a todos y cada uno que se abstengan de tomar las leyes en sus manos”, fue el pedido del canciller diocesano.
“La diócesis ha dado dos días de luto por el descanso de su alma. Que en paz descanse su alma y las almas de los fieles difuntos”, concluyó.
Con estos últimos secuestros se elevó a 20 el número de sacerdotes nigerianos secuestrados desde principios de 2022. Cuatro fueron asesinados.
El estado de Kaduna en Nigeria, en particular, ha sido descrito por la fundación de derechos humanos Christian Solidarity Worldwide, con sede en el Reino Unido, como “un epicentro de secuestro y violencia por parte de actores no estatales”.
Un informe de 2022 de la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional cita seis ataques contra iglesias en el estado de Kaduna en 2021.
